Galleta de jengibre
La galleta de una buena receta es suave y tierna recién horneada. Es deliciosa, con aroma y su superficie debe de ser lisa para que la decoracion pueda ser detallada y refinada y así luzca. Así como también queden bonitas por más tiempo, y no se desconche el glaseado si no la consumimos pronto. ¡No hay que llegar a un compromiso, vamos a hacer galletas de jengibre perfectas!
Encontrar la receta perfecta no fue fácil para mí tampoco. He probado muchas hasta encontrar la mejor receta , la que haga las galletas blandas, inmediatamente después de hornear.
Ingredientes de la masa:
1 kg harina de trigo
½ kg azúcar glas fino
6 huevos
200 g miel
18 g bicarbonato
125 g mantequilla
corteza de limón rallada, clavos, canela, jengibre, anis – según el gusto
Batimos un poco los huevos. Tamizamos todo junto, la harina, el azúcar glas y el bicarbonato. Derretimos la miel. Entonces amasamos los ingredientes. Un día antes de hornear las galletas preparamos la masa. Si tenemos batidora con gancho grande, la usamos porque es un trabajo duro.
La guardamos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante una noche, pero si es por una semana es mejor a temperatura fresca.
Antes de cortar las galletas amasamos la masa muy bien en una superficie con poca harina hasta que quede lisa, sin ampollas y brillante. Es un trabajo cansado pero vale la pena porque tendremos las galletas lisas y uniformes. En la tabla harianada estiramos la masa fina y la cortamos con moldes. Cuando la cortamos con cuchillo usando moldes de papel hay que tener cuidado, lo hacemos con movimientos cortos de ida y vuelta para que la masa fina no se deforme. Agujereamos las galletas con una paja que sean para colgar por ejemplo los adornos navideños. Antes de hornearlas pintamos cada una con una yema mezclada con una cucharada de leche que hace una superficie brillante y colorada. O usamos solo nata que las hace solo brillantes. Estas galletas podemos decorarlas con frutas secas, por ejemplo, nuez, almendra, avellana, amapola, anis, semillas de calabaza, ajonjolí etc. Con las semillas pequeñas usamos un palillo aguado.
Horneamos las galletas de jengibre en el horno precalentado a 185-195 °C (o de convección 165-175 °C) en una bandeja con papel encerado hasta que queden de color oro bonito preferido. Si tenemos galletas más grandes, ponemos el horno al + 20°C. Entibiamos las galletas sobre una superficie plana o en la reja del horno.
Es útil dejar las galletas de jengibre algunos días a temperatura ambiente, para que se templen a la humedad del aire. Así evitamos que el glaseado se desconche más tarde de las galletas.
El glaseado para decorar:
Es imposible dar una receta perfecta. Todo depende de los materiales, como el huevo y el azúcar glas. Hay que escuchar a las expertas y ajustarlo.
1 clara de huevo con 1-3 cucharada plana de maizena, ~250 g azúcar glas. Tamizamos juntos el azúcar y la maizena y ponemos solo la ¾ porción en la clara. No hay que batir la clara, solo agregamos la clara con el azúcar. Un glaseado bueno no es líquido ni duro. Se cae de la batidora en piezas. Si es muy suave le ponemos más azúcar. Si es muy duro le ponemos unas gotas de clara. Llenamos un poco la bolsa que atamos. Cortamos el pico de la bolsa.
El glaseado para cubrir:
Quitamos un poco del glaceado para escribir y ańadimos un poco de agua para tener un glaseado más líquido. Lo batimos. Con este glaseado podemos llenar los contornos recibiendo supeficies entrelazadas más grandes. El glaseado preparado hay que taparlo con un paño mojado o colocarlo en un recipiente hermético porque se secará pronto. Para colorearlo usamos colorantes artificiales o naturales como remolacha, espinacas, curcuma, café, cocoa etc.
Glaseado brillo rojo: antes de hornearlas pintamos las galletas solo con leche o agua. Después de hornear y enfriar las pintamos con este: 1 yema, 2 cucharadas de leche y un pico de colorante rojo. Las ponemos en el horno durante 5-8 minutos a temperatura de 50°C para secarlas.
Las galletas de jengibre decoradas se secan completamente durante unas horas. Después de secar merece la pena colocarlas en un recipiente hermético para que se queden bonitas el mayor tiempo posible.
¡Es muy importante seguir exactamente la receta para que sea un éxito!
Köszönöm a fordítást Kaffka Andreának!!!
La galleta de una buena receta es suave y tierna recién horneada. Es deliciosa, con aroma y su superficie debe de ser lisa para que la decoracion pueda ser detallada y refinada y así luzca. Así como también queden bonitas por más tiempo, y no se desconche el glaseado si no la consumimos pronto. ¡No hay que llegar a un compromiso, vamos a hacer galletas de jengibre perfectas!
Encontrar la receta perfecta no fue fácil para mí tampoco. He probado muchas hasta encontrar la mejor receta , la que haga las galletas blandas, inmediatamente después de hornear.
Ingredientes de la masa:
1 kg harina de trigo
½ kg azúcar glas fino
6 huevos
200 g miel
18 g bicarbonato
125 g mantequilla
corteza de limón rallada, clavos, canela, jengibre, anis – según el gusto
Batimos un poco los huevos. Tamizamos todo junto, la harina, el azúcar glas y el bicarbonato. Derretimos la miel. Entonces amasamos los ingredientes. Un día antes de hornear las galletas preparamos la masa. Si tenemos batidora con gancho grande, la usamos porque es un trabajo duro.
La guardamos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante una noche, pero si es por una semana es mejor a temperatura fresca.
Antes de cortar las galletas amasamos la masa muy bien en una superficie con poca harina hasta que quede lisa, sin ampollas y brillante. Es un trabajo cansado pero vale la pena porque tendremos las galletas lisas y uniformes. En la tabla harianada estiramos la masa fina y la cortamos con moldes. Cuando la cortamos con cuchillo usando moldes de papel hay que tener cuidado, lo hacemos con movimientos cortos de ida y vuelta para que la masa fina no se deforme. Agujereamos las galletas con una paja que sean para colgar por ejemplo los adornos navideños. Antes de hornearlas pintamos cada una con una yema mezclada con una cucharada de leche que hace una superficie brillante y colorada. O usamos solo nata que las hace solo brillantes. Estas galletas podemos decorarlas con frutas secas, por ejemplo, nuez, almendra, avellana, amapola, anis, semillas de calabaza, ajonjolí etc. Con las semillas pequeñas usamos un palillo aguado.
Horneamos las galletas de jengibre en el horno precalentado a 185-195 °C (o de convección 165-175 °C) en una bandeja con papel encerado hasta que queden de color oro bonito preferido. Si tenemos galletas más grandes, ponemos el horno al + 20°C. Entibiamos las galletas sobre una superficie plana o en la reja del horno.
Es útil dejar las galletas de jengibre algunos días a temperatura ambiente, para que se templen a la humedad del aire. Así evitamos que el glaseado se desconche más tarde de las galletas.
El glaseado para decorar:
Es imposible dar una receta perfecta. Todo depende de los materiales, como el huevo y el azúcar glas. Hay que escuchar a las expertas y ajustarlo.
1 clara de huevo con 1-3 cucharada plana de maizena, ~250 g azúcar glas. Tamizamos juntos el azúcar y la maizena y ponemos solo la ¾ porción en la clara. No hay que batir la clara, solo agregamos la clara con el azúcar. Un glaseado bueno no es líquido ni duro. Se cae de la batidora en piezas. Si es muy suave le ponemos más azúcar. Si es muy duro le ponemos unas gotas de clara. Llenamos un poco la bolsa que atamos. Cortamos el pico de la bolsa.
El glaseado para cubrir:
Quitamos un poco del glaceado para escribir y ańadimos un poco de agua para tener un glaseado más líquido. Lo batimos. Con este glaseado podemos llenar los contornos recibiendo supeficies entrelazadas más grandes. El glaseado preparado hay que taparlo con un paño mojado o colocarlo en un recipiente hermético porque se secará pronto. Para colorearlo usamos colorantes artificiales o naturales como remolacha, espinacas, curcuma, café, cocoa etc.
Glaseado brillo rojo: antes de hornearlas pintamos las galletas solo con leche o agua. Después de hornear y enfriar las pintamos con este: 1 yema, 2 cucharadas de leche y un pico de colorante rojo. Las ponemos en el horno durante 5-8 minutos a temperatura de 50°C para secarlas.
Las galletas de jengibre decoradas se secan completamente durante unas horas. Después de secar merece la pena colocarlas en un recipiente hermético para que se queden bonitas el mayor tiempo posible.
¡Es muy importante seguir exactamente la receta para que sea un éxito!
Köszönöm a fordítást Kaffka Andreának!!!
Nincsenek megjegyzések:
Megjegyzés küldése